El impacto devastador del Huracán Otis en las costas y sierra de Acapulco dejó miles de personas despojadas de los insumos básicos para recuperarse. Organizadas por redes sociales de apoyo, las mujeres que forman parte de los distintos capítulos estatales de la asociación, confiaron esta noble tarea de recaudación y distribución de ayuda en dinero a Betty Valenzo Campos, de Mujeres del Mezcal y Maguey de Guerrero.

Familias y comunidades enteras quedaron sin techo y desamparados, a merced de los elementos. Las Mujeres del Mezcal de Guerrero presurosas y atinadas recorrieron diferentes almacenes de Chilpancingo, adquirieron los insumos necesarios para aliviar la tremenda situación, y organizaron transporte para garantizar el abasto y distribución a las comunidades damnificadas por el huracán Otis.  

Hasta hace pocos días, las tiendas y mercados continuaban cerrados y no era posible adquirir agua, comida o mercadería para satisfacer las necesidades básicas. Postes caídos, calles anegadas y destrozos provocados por el meteoro impedían el libre tránsito y circulación, por lo que muchas colonias quedaron aisladas e incomunicadas. En las comunidades golpeadas por Otis, las mujeres organizadas cocinaron y distribuyeron alimentos como huevos, tortillas, agua y frutas adquiridos directamente con los productores locales. Aunque el gobierno y varias instituciones movilizaron la ayuda solidaria y el restablecimiento de los servicios, la devastación rebasó las iniciativas.  

En la localidad del Bejuco, se distribuyeron pañales toallas femeninas y papel higiénico, Además, al caer la tarde se organizó una función de cine con un proyector al que asistieron más de 100 niños que olvidaron por un rato la desgracia y comieron cereal con leche, atole y pan dulce. Las mujeres repartieron despensas y prepararon de cenar para toda la comunidad ya que los comedores instalados por las autoridades funcionan durante el día, pero durante la noche ya no se distribuyen alimentos. Café, pan, frijoles con chorizo y huevos revueltos fueron distribuidos en varias colonias y a muchas personas.

Poco a poco se reestablece la vida en las comunidades afectadas por Otis, aunque los daños y las pérdidas persistirán durante más tiempo. Las mujeres organizadas, resilientes y solidarias, ayudan a las familias a enfrentar eventos extremos y trabajan para remediar algunas de las vulnerabilidades expuestas. Mujeres que atienden al llamado de sus pares y recurren al altruismo desinteresado que surge desde los más lejanos rincones de México. Acapulco y las localidades cercanas a la costa siguen recuperándose e intentando regresar a la vida cotidiana, que se facilita con las mujeres organizadas de Guerrero que representan la sororidad de las Mujeres del Mezcal y Maguey de México.